Que Son Las Buenas Prácticas De Documentación

¿Qué son las buenas prácticas de documentación? Son las reglas y métodos que usamos para crear documentos claros, completos y fáciles de entender. Piensa en ello como el "cómo" escribimos manuales, informes, guías o cualquier texto que necesite explicar algo. El objetivo es que cualquier persona pueda usar o entender esa información, ahora o en el futuro.
Paso 1: Planificación – ¡Piensa antes de escribir!
Antes de empezar, ¡para y piensa! ¿Quién va a usar este documento? ¿Qué necesitan saber? ¿Cuál es el propósito del documento? Anota tus ideas. Por ejemplo, si estás escribiendo un manual para un programa de computadora, piensa en qué saben ya los usuarios y qué necesitan aprender paso a paso.
Paso 2: Claridad y Concisión – Menos es más
Usa un lenguaje claro y sencillo. Evita la jerga (palabras técnicas complicadas) a menos que sea absolutamente necesaria. Si la usas, ¡explícala! Las frases cortas son tus amigas. Ejemplo:
- Malo: "Después de la inicialización del sistema, el usuario debe proceder con la configuración de los parámetros de red a través de la interfaz designada."
- Bueno: "Enciende la computadora. Luego, configura la red."
Paso 3: Estructura – Dale un orden a tus ideas
Divide el documento en secciones lógicas con títulos y subtítulos. Usa listas (como ésta!) y viñetas para hacer la información más fácil de digerir. Piensa en el documento como un mapa. El lector debe saber dónde está y hacia dónde va. Un buen índice ayuda muchísimo.
Paso 4: Consistencia – Sé predecible
Usa el mismo estilo de letra, tamaño y formato en todo el documento. Si decides que los títulos principales van en negrita y con un tamaño específico, ¡úsalos así en todo el documento! La consistencia hace que el documento se vea profesional y ayuda a los lectores a encontrar información rápidamente. Por ejemplo, si usas "Haz clic" para indicar una acción en un lugar, úsalo en todos los demás.
Paso 5: Imágenes y Ejemplos – Una imagen vale más que mil palabras
Si puedes, usa imágenes, diagramas o capturas de pantalla para ilustrar tus puntos. Los ejemplos concretos ayudan a entender conceptos abstractos. Ejemplo: en lugar de solo explicar cómo usar una función, muestra una captura de pantalla con la función en uso y una flecha indicando dónde hacer clic.
Paso 6: Revisión y Edición – Ojos frescos
Una vez que hayas terminado de escribir, ¡tómate un descanso! Luego, vuelve a leer el documento con ojos frescos. Busca errores de ortografía, gramática y estilo. Pídele a otra persona que lo revise también. Es fácil pasar por alto nuestros propios errores.
Paso 7: Actualización – El documento vivo
La documentación no es estática. A medida que el producto o proceso cambian, la documentación debe actualizarse. Establece un proceso para revisar y actualizar la documentación periódicamente. Indica la fecha de la última actualización para que los usuarios sepan si la información es actual.
Siguiendo estas buenas prácticas, crearás documentos que sean útiles, fáciles de entender y que ayuden a otros a aprender y usar la información que necesitas comunicar.







