Da la bienvenida a la época estival en uno de los lugares más místicos y energéticos del mundo.
Un druida con un enorme sombrero que bien podría haber sido sacado del armario del mago Merlín levanta los brazos y pronuncia un extraño cántico mientras el sol apareciendo divide en dos, con una intensa y amarilla luz oblicua, un extraño círculo de piedras milenarias. Es el 21 de junio de cualquier año del siglo XXI y no estamos ante el rodaje de ninguna película épica. Se trata de la celebración del solsticio de verano, el día más largo del año en el hemisferio norte, en la zona del Stonehenge (Reino Unido).
Desde hace décadas, miles de personas de los más variopintos orígenes (hippies, druidas -nombre que recibe la clase “religiosa” céltica- , new agers, curiosos…) se reúnen al amanecer alrededor de este famoso monumento megalítico de casi 5.000 años de antigüedad situado en el condado de Wiltshire, al suroeste de Inglaterra.
Celebrando el solsticio de verano en Stonehenge
El solsticio de verano se recibe en Stonehenge, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, desde hace siglos. Muchos son los cultos paganos que se celebraban en la pradera de Salisbury, nombre que dan a la zona los autóctonos del lugar, hasta que en el siglo XI el rey Canuto prohibió la veneración a los astros.
Unas piedras llenas de misterio
La historia que envuelve al círculo de piedras areniscas es todo un enigma. Aún no se ha descubierto la finalidad para la que fue construido el complejo ceremonial (actualmente desaparecido) en el que se encuentra el Stonehenge. Se cree que podía ser utilizado como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico desde el cual observar el paso de las estaciones. Esta última opción se maneja porque durante el solsticio de verano se puede observar el sol atravesando exactamente el eje del monumento. Es decir, los constructores tenían conocimientos de astronomía.
Sorprende también el enorme esfuerzo que supuso la construcción del enorme crómlech (círculo de piedras). En ella se vieron implicadas 40 generaciones o, lo que es lo mismo, se tardó más de 1.700 en acabarlo. Los enormes monolitos se cree que eran trasladados sobre troncos que actuaban sobre rodillos. Para mover cada uno de ellos era necesaria la fuerza bruta de 800 hombres.
Informaciones útiles
Normalmente la entrada para adultos cuesta 6,60 libras pero el día del solsticio el acceso es gratuito desde la tarde del 20 junio a la mañana del 21. De todos modos, para asegurarse con total certeza del plan propuesto para el solsticio de este año lo mejor es llamar a su teléfono de información.
La manera más fácil de llegar a la zona es, bien desde el aeropuerto de Heathrow en Londres, situado a 90 minutos de Salesbury; bien desde el aeródromo de Southampton a tan solo media hora. Desde la ciudad de Salesbury (a 10 km) es fácil llegar a la zona con un autobús de línea.
Sin lugar a dudas, dar la bienvenida al verano (la estación del año preferida de muchas personas) en un lugar tan mágico como el Stonehenge es una experiencia única que nos recargará de una gran energía positiva que nos acompañará el resto de las vacaciones.